Salida de espeleología en Madrid por parte de dos socios del CAMVR, Bárbara y yo (David).
La cueva fue encontrada de casualidad haciendo un senderito por las localidades de Patones de Abajo y
Patones de Arriba, leyendo los paneles informativos que hablaban de dicha cavidad nos decidimos a seguir con el camino a ver si veiamos la entrada y así fue. Se encotraba a la derecha del camino en el barranco de el arroyo patones. Para acceder a la boca hay que hacer una trepada de 2'5 metros, con la posibilidad de montar un pequeño pasamanos ya que se encuentran los anclajes quimicos, y entramos un poco para verla pero con la literna del movil no se podia hacer así que decidimos seguir con la caminata y volver otro día.
Buscamos información por internet y encontramo la topografía y decidimos volver con los cascos y frontales.
TOPOGRAFÍA
MATERIALES NECESARIOS
Los materiales necesarios son simplemente cascos, iluminación y porsupuesto agua. Yo también me lleve la topo para no dejarme nada sin ver ya que se trata de una cavidad pequeña pero había que verla al completo.
Una vez en las profundidades...
Ya con todo lo necesario nos pusimos en marcha. Nos levantamos a las 9:00 del jueves 30 de enero, para prepara todo, cargamos el coche y carretera. Llegamos a Patones de Abajo, aparcamos el coche y nos pusimos camino a la cueva.
Situados en la boca de la cavidad, decidimos coger por la galeria superior, una gatera de unos 12 m y que nos sitúa en una galería de dirección
prácticamente Norte-Sur constituida por una diaclasa cuya parte más alta
tiene unos 8 ó 9 m.
Nos dirigimos ahora en dirección
sur para descubrir al poco, que la galería se bifurca. A la derecha se
puede continuar durante unos metros. Hacia la izquierda nos encontramos
con un pequeño pozo de 2 m que se destrepa sin ninguna dificultad. En
su base comienza una gatera en pendiente que nos lleva en su fondo a un
paso hacia la izquierda según avanzamos. Por ese paso nos introducimos
en una sala ancha pero laminada, con el techo muy bajo, que se puede
continuar a derecha e izquierda siendo necesario reptar para poder
avanzar. Ahí se sitúa el final de la cavidad.
La cavidad es poco vistosa al carecer de
formaciones. Se trata de una cueva totalmente fósil y de origen freático
originada, posiblemente, a favor de una diaclasa vertical. Sin embargo,
resulta interesante de hacer por lo divertido de sus gateras y
laminadores. En relación a la cantidad ingente de cerámica y restos
humanos de los que habla el Catálogo, nosotros no encontramos nada de
eso.
Ya salimos de la cueva tras dos horas y media de reptadas, coscorrones y mucha risas con las luces que aparecen por los boquetes, y algún murcielaguillo un poco estresado por nuestra presencia. Nos dirigimos al coche para preparar la comida.
En el parque que hay al lado del parking nos montamos el restaurante con un buen queso Payoyo y un Risotto con setas.
Que por cierto estaba buenisimo.
Que grandes 💪 Ole👋👋👋
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